11.2.10

Jacob tenía razón. Había tenido razón todo el tiempo. Era más que un amigo para mí. Ese era el motivo porque el que me resultaba tan dificil decirle adiós, porque estaba enamorada de él. Tambien. Le amaba mucho más de lo que debía, pero, a pesar de todo, no lo suficiente. Estaba enamorada, pero no tanto como para cambiar las cosas. Sólo lo suficiente para hacernos aún más daño. Para hacerle mucho más daño del que ya le había hecho con anterioridad.

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